jueves, 20 de marzo de 2008

Aún no sabes quien eres

¿Qué me hace pensar que entre la gran multitud que nos rodea… tú te dignes a mirarme?
¿Qué es lo que me hace creer que conociendo a tantos poetas, a tantos autores maestros y mucho mejores que yo, tú hagas tiempo en tu agenda para leer lo que yo escribo?
¿Por qué sigue mi corazón entretejiendo hilos que tú nunca sabrás que existen?
¿Por qué aún creo que descubrirás lo que siento y te causará ternura y no rechazo?
¿Por qué pienso que algún día no muy lejano, mis más profundas fantasías se harán realidad en un sueño que sea realidad?
¿Aún te espero? ¿Aún te quiero entre mis brazos? ¿Aún espero morir entre los tuyos?
Todo parece momentáneo, todo parece fortuito.
¿Esperaré toda mi vida?
¿Seguiré esperando el beso inoportuno, el abrazo prolongado, las palabras impronunciables?
Y es que es cierto, aún tengo la esperanza de que tú me consideres para ti, sobre la multitud de personas que intentan conquistarte.

jueves, 13 de marzo de 2008

Grito de Auxilio

Estoy empachada de tanto egoísmo

Me consumo si sigo pensando en lo mismo

No hay cambio, no hay lucha

Siempre viviendo como que si defenderme fuera cosa mucha

He vivido mucho tiempo escuchando el llanto y el clamor

Ya no se que hacer, es demasiada la desesperación

Tanto tiempo he estado en opresión,

Que no recuerdo el amor y el perdón.

He presenciado masacres, venganzas

He visto a mis padres morir y a mis hijos iniciar matanzas.

He escuchado voces perdidas

Que luchan por la paz y por la vida,

Asimismo he escuchado ideas negras y perversas

De las que nadie se alegra pero tampoco protesta

A ellas todos dicen “Amén”

Por miedo a ser mandados al paraíso del Edén.

He visto almas bellas que lloran por tanto dolor,

Ellas viven de amor y compasión

Y lloran por su escasa provisión

También he visto buitres rodear lo poco que nos resta,

Son ellos los que quieren robar, lo que no llena ni una pequeña cesta.

He quedado harta de hipocresía,

Al ver como juran una letanía,

Parece ser todo pura habladuría

Una jura que al corearla se invalida

Que todo mundo olvida y deja perdida.

¿Qué les ha pasado?

¿De mí se han olvidado?

Siendo YO su madre que los vio nacer

Que los vio crecer

Que les dio el sustento

Ustedes me han abandonado, me han dejado pobre

Cuando necesito que me tiendan la mano,

Abunda quien me cobre,

Y todos se van de mi lado.

Me he sentido impotente,

al saber que la justicia es del de la mordida,

que compra al juez, al abogado y hasta al policía.

Me he sentido indignada,

porque hay quienes roban descaradamente frente a toda mirada

y luego engañan diciendo una mentira bien arreglada.

Me he sentido asqueada,

por oír a un niño llorar en cama,

sin recursos, ni remedio, ya sin esperanza.

Es que ¿dónde tienen la cabeza?

dicen: “Nos saciamos y las sobras las tiramos”

¡Muere Gente! Mueren almas,

¿Acaso están dementes?

El corazón contrito y humillado es el que es perdonado.

Escúchame bien, porque

YO SOY GUATEMALA

y de la injusticia estoy cansada.

Llorarás si no me levanto,

Y no haces nada, ni siquiera ver que ya no hay canto.

Morirás si yo muero, que triste verdad

Sepultados bajo el yugo extranjero,

Al menos junto a mí estarás.

Le pido a Dios que te cambie hijo

Que te de amor por mi

Que no me dejes sola… ya no más

¡Dios apiádate de mi alma en mi soledad!

Mi corazón en tus manos está,

Y mi alma en tu corazón siempre vivirá,

Ayuda a mis hijos en su triste realidad

Que ellos puedan ver en ti toda la verdad.

Septiembre, 2006

(Mechitas)

lunes, 10 de marzo de 2008

Solución a una interrogante...

Ayer conocí a un hombre ciego que decidió salir a caminar solo por su pueblo. Me contó que caminó sin rumbo, sin destino, como era de esperarse. Le dolieron sus pies, y no renunció. Le temblaron las rodillas, y no renunció. Se sentía fatigado y tremendamente cansado... y no renunció. Caminó tanto que de pronto, aquel barullo que calificaba a su pueblo desapareció. Se encontraba en algún otro lugar. Se ensimismó en el nuevo mundo que le era presentado por sus sentidos y se enamoró, se apasionó. Hace años que no le permitían salir, aquellas personas que lo cuidaban, hace años que le decían que el mundo no era apto para él. "Se burlarían de un ciego", le decían constantemente, infundiéndole miedo del exterior. Hasta entonces su mundo lo habían comprendido él, sus pensamientos -cada vez más enajenados-, y las voces de aquellos semejantes. Días monótonos vivía sin descanso. Hasta ayer. Ayer encontró libertad y al amanecer encontró la luz.
La misma historia se repite en los labios de todos los que estamos en la plaza, pero de cada boca se escucha diferente personaje.
YO, una mujer ciega, decidí caminar sola por mi pueblo. Caminé sin rumbo ni destino. Vinieron las pruebas, los obstáculos y no pude renunciar. Estaba cansada de mi vida monótona, de aquella voz que me decía que era preciso que yo me mantuviera como siempre... porque en mí era imposible el cambio. Hasta esa noche que llegué a esa plaza. Recibí libertad... recibí la vista al amanecer.
Todos los que llegamos ahí, vemos a un gran hombre, que camina a nuestro lado, y dice: "Yo te traje aquí".
En ese momento me dí cuenta que la mujer detrás de aquella voz que me había "consentido" toda mi vida... había muerto. Murió un lunes. Y aunque la extraño tanto, porque la amé, ya no la quiero recordar, ni llorar. Porque nunca fue sincera conmigo, jugó con mi mente, con mi corazón, con mi vida. Me mantuvo atrapada, castigada y aislada. No la odio, porque no puedo odiar a una finada... pero quisiera hacerlo.

sábado, 8 de marzo de 2008

El sueño acabó

Hoy me desperté con un sentimiento, con una agonía, con un sufrimiento. Hoy me levanté pensando, y caminé sin rumbo en mi mente. Hoy escuché el vago suspiro de tu voz sobre mi hombro, y sentí tu aliento sobre mi cuello. Desperté de mi ensueño, desperté de mi fantasía y me topé con fantasmas que se pasean libremente en mi realidad. Sólo mi imaginación podría jugarme un truco tan sucio, tan vil. Sólo ella podría ponerte en mis brazos y hacerte hablar las palabras más bellas. Sólo tú, en mi mente, me amas, porque en la cruel realidad, te soy indiferente. Mi imaginación te usa y tú te dejas. Me juega con siniestros, pero impresionantes, efectos. Usa tu voz, tu piel, tus labios, tu mirada.

Hoy me desperté sabiendo que la mayor agonía de mi vida, es no tenerte, nunca poder besarte, ni abrazarte. Hoy me levanté pensando en decirte estas palabras, imaginando tu tierna expresión y luego la dulzura de tus labios. Hoy imaginé, por un momento, la sonrisa que se dibujaba en tu rostro al descubrir la verdad que yace muy resguardada en mi interior. Hoy caminó mi mente a lo largo del arduo sendero de la valentía, buscando una oportunidad, un sendero que la llevase a la libertad. ¡Oh, libertad! ¿Por qué has huido de mí?, ¿por qué no caminas conmigo este lugar que no soporto? Libertad deseable, libertad querida.

Escribe mi mente, y dicta la sentencia. Sigue paralizada ante tu hermosura, ante tu ser completo. Mi corazón se apaga, se endurece, se consume. Ya no existe más el verdadero amor, ahora sólo queda la obsesión. Sí, una obsesión que mata, que asesina y que lleva al cadalso, donde el único verdugo soy yo.

¿Por qué te he dejado sentir tanto?, ¿por qué te he enseñado a amar tanto? Conoces las respuestas, sin embargo, te engañas pensando que necesitas descubrirlas. Cometes el mismo error vez tras vez, y no te das cuenta. Mente inútil. Mente necia. Morirás por tus aventuras, morirás por tu desobediencia. Despierta ya de este sufrimiento inhumano, que sólo te vuelve al dolor. Voltea tu espalda al miedo, voltea tu espalda a la amargura y siente la libertad de amar correctamente.

Hoy me levanté escuchando esa terrible canción que seguías pronunciando, aquella canción me indicó que ya era hora. Era hora de dejarte ir y olvidarte de una vez. Te extraño. Te sueño. Te debo dejar.

(Dedicado a la persona que dejó de existir hace pocos días)