miércoles, 29 de abril de 2009

¿Prototipo libertario?

Sólo otro comment a las columnas que me hacen querer cambiar el mundo, léala aquí:
PROTOTIPO LIBERTARIO (no se deje engañar)

Le tengo dos conceptos:
1. La capacidad de la persona. Si usted sugiere que debe haber un ente "superior" (que en realidad debe estar supeditado a las personas) que regule las relaciones de cualquier índole de los individuos, usted expresa que las personas no tienen la capacidad de hacerlo por sí mismas, de buscar lo que más les conviene o lo que mejor les parezca.

Si las drogas se venden, no venga con pseudo-argumentos de moralidad, ya que nadie puede decidir cómo se maneja usted en su escala de valores. Usted escoge, se droga o no. Si usted es una persona con sus capacidades mentales ajustadas, puede decidir por sí mismo lo que quiere para sí. Un niño no lo puede hacer, una persona con discapacidad mental tampoco... pero un joven de 22 sí, al igual que una mujer de 86, y todos los que se encuentran dentro de ese rango y alrededor, exceptuando a los antes mencionados.

NO promuevo el consumo de drogas, pero ¿por qué crear el morbo de lo prohibido alrededor de ellas? ¿por qué creer que las personas no pueden pensar ni decidir por sí mismas en cuanto a ellas respecta? ¿por qué quitar la responsabilidad de los padres de inculcar a sus hijos los valores y prin
cipios que ellos consideren correctos, como: no relaciones sexuales antes del matrimonio, no alcohol, no cigarros, no drogas?... ¿o el Estado también debe incurrir en esas relaciones, educación y círculos?
¿Le gustaría que a sus hijos les impusieran una unión homosexual para saber si son o no homosexuales?

No se trata de legalizar la droga... sino de considerarla como lo que es: un bien. (Si es bueno y si lo consume, queda a criterio de cada quien).

Por último, no se trata de acusar a los liberales, libertarios, comunistas, social-demócratas, o quienes sea... se trata de responsabilizar a las personas por sus acciones y por sus libertades, que le son inherentes a su calidad de ser humano y de persona.

Y como segundo concepto, que mencione al principio, le propongo: Sinceridad intelectual. Acepte cuando no está en lo correcto. Examine, investigue, conozca y entienda lo que suscriben los demás. Refute con argumentos pertinentes, en base a la realidad y no a una ideología.

- Mercedes Azurdia

rawr

Estoy inmersa (tan inmersa) en mi cabeza, que tiendo a olvidar lo que es importante. Me encanta esta nueva faceta: pensar y repensar, sentir y descubrir... ¡vivir!
Debo recordar: fui creada libre, mis decisiones son mías desde siempre... ¿por qué alguien las va a quitar de mí? ¿por qué desean (deseo) someterme a algo fuera de mí, que no me creó, que no me conoce? ¡NI DIOS ME LIMITA! Dios me deja escoger mi felicidad, Dios em deja ser. Sólo debo saber que al final del camino me juzgará por mis acciones... pero no me limita. Yo escojo mi felicidad, yo escojo mi vida... ¡YO!
Simplemente estoy conociendo mi interior, por eso olvido el resto. ¿Está mal? ... ¿Me importa? Es una etapa ¿importante? ¿necesaria? ¿ineludible? quién sabe... quizá no. Hay cosas más importantes. Hay acciones más efectivas. Decisiones más rentables. Vidas más productivas. Pero esto me hace feliz, y lo voy a seguir haciendo. Esto es lo que amo... preguntar, amar, caminar, sentarme a pensar. Amo mi yo. Amo mi tú. ¡Amo esta vida!
Quiero correr, quiero gritar, quiero llorar, quiero besar. Quiero abrazar. Tomar vino y dormir. Quemarme con tequila. Sonreir y optimizarte. Hacer que sonrías y optimizarme.
Quiero ESA mirada. Esa mirada sincera, sin miedo, sin burla, sin superficie. Quiero ESAS palabras pero no de la boca, no las pronunciables, no las que se pierden como un eco en mis neuronas, en mis canales. Quiero ESE momento, sólo ese momento repetido mil veces y mil veces más. Quiero ese momento hasta que se acabe mi vida, aunque eso sea hoy.

lunes, 20 de abril de 2009

¿Cómo le explicaría a un pragmático, que el estudio de la filosofía es importante?

Fácil. Si esa persona usa zapatos o ha usado tenis se le puede provocar esta conversación:

– ¿Ya vio sus zapatos (tenis)?

– Sí.

– ¿Y ellos le ayudan a trabajar, caminar, estar cómodo?

– Sí, efectivamente.

– ¿Usted sabe cuántas personas intervinieron en hacer sus zapatos?

– No, probablemente muchas.

– Justamente. Muchísimas. ¿Y sabe qué fue imprescindible para que usted use esos zapatos hoy?

– ¿Qué cosa?

– El trabajo intelectual.

– ¿Por qué?

– Pues, no pensará que quién los hizo, usó ese material de primas a primeras, ni que supo cómo fabricar la horma, ni cómo dibujar la suela, mucho menos que debía usar cintas, velcro o botones para cerrar el zapato en su primera oportunidad de fabricación. Probablemente ni siquiera sabía que había que cerrar el zapato. Incluso, no fue sólo una persona, como usted había mencionado antes, sino muchísimas, que al principio no supieron cómo crear un zapato de la nada.

– Por supuesto que no sabían, pero lo aprendieron de alguien que ya sabía cómo elaborarlos. Fue un proceso que se desarrolló desde la aparición del primer calzado.

– ¿Y quién estableció que en lugar de usar pieles atadas con pitas en los pies, se hicieran zapatos de cuero?

– Pues, en el proceso fueron aprendiendo qué técnica usar.

– Exacto. Un proceso en el que alguien se sentó a pensar cómo podía mejorar la elaboración del calzado, qué técnica, qué tecnología, qué instrumentos, qué materiales. Así, a través de la historia, fueron muchos lo que hicieron esta actividad de sentarse a pensar para evolucionar los zapatos y aplicaron sus ideas.

– Acepto su punto. Pero, ¿qué tiene que ver con la filosofía si ésta no se aplica a la vida tangible?

– Es donde se equivoca. El trabajo intelectual (sentarse a pensar) es parte de la filosofía, y se aplica a la vida tangible, comenzando por lo que hoy desayunó.

– ¿Cómo?

– Pues, si desayuno cereal con leche, usted previamente compró el cereal y la leche en el supermercado, actuando económicamente por el intercambio libre de recursos. En el cual interviene el producto de muchísimos filósofos a través de la historia que elucubraron en torno al dinero, los bienes, los recursos, proveyéndonos de bases para el capitalismo. En esa acción económica también se encuentran acciones políticas. Para que los gobernantes se limiten a no limitarnos al libre intercambio de bienes ni intervenir en nuestras acciones, otro tanto de personas (filósofos) tuvieron que sentarse a pensar en un sistema para que los miembros de la sociedad disfruten de su libertad limitada. Y aún más allá, usted compró el cereal y la leche porque pensó que era bueno para su salud.

– Aja.

– Por eso, la filosofía está en todos lados.

– ¿Y qué me puede decir del concepto de filosofía: ciencia que se ocupa de la totalidad de las cosas a profundidad que es eminentemente teórica y libre, y que tiene por objeto conocer la esencialidad del ser y la realidad?

– Pues, si usted conoce al hombre y la realidad en la que se desempeña en su ámbito más general, abstracto y profundo… ¿Podría decirme que conocer la acción humana, la naturaleza propia del hombre, la realidad a la que se enfrenta diariamente, no es tangible, no es útil?

– Pues, no. Conocer cómo actúa el hombre y cómo conoce la realidad ayuda al trabajo diario, a desempeñarse tanto a favor como en contra de la humanidad en el campo que sea.

– ¿Ahora acepta el papel de la filosofía y de los pensadores como el más importante de la historia de la humanidad?

– Sí.

– Pues concluyo, la filosofía es útil porque conociendo al hombre, la verdad y la realidad se puede actuar en torno a nuestras conclusiones. Y también permite a quien filosofa a comprender su realidad, a hallar un sentido más profundo de su humanidad, a pensar fuera de las casillas, a ser diferente, a cambiar el esquema de la vida. El filósofo embellece el espíritu (lo que a usted no le interesará porque no tiene fin práctico), cambia radicalmente a quien la practica y transforma intrínsecamente cada pensamiento y toda acción (lo que afecta a todos los miembros de la sociedad donde se desempeña, ya sea directa o indirectamente). Permite una mejor vida. Una más humana.