¿Alguna vez se ha preguntado cómo surgen los peores eventos de la civilización en la Historia?
Todos los hechos, positivos y negativos, ven su luz en las ideas previas que se dispersan por las personas con voz en el debate que se genera en una sociedad.
Es responsabilidad de los intelectuales saber aportar las ideas que generen un cambio positivo y lleven al desarrollo constante de la sociedad en donde laboran.
Se habrá de analizar el problema de la “discriminación racial” en Guatemala y las posibles consecuencias de la amenaza que esta constituye.
¿CÓMO ES QUE LAS IDEAS HAN CAMBIADO LA FAZ DEL MUNDO?
Por Mercedes Azurdia
Muchas personas piensan que uno de los eventos más horrendos del Siglo XX, fue El Holocausto judío y que Hitler, en sí, fue el diablo encarnado. Sin duda, a lo largo del Siglo XX, el Holocausto judío fue uno de los peores ataques contra la dignidad humana, no obstante, Hitler no es el diablo, sino sus ideas fueron las que llevaron a esta civilización a la muerte, masacre, segregación, guerra y ruina. La aceptación de esta idea por parte de la mayoría de personas, que luego sufrieron las consecuencias del nacionalsocialismo, fue el detonador para que ocurriera la peor masacre en el mundo.
Sin ir muy lejos, los problemas actuales de “discriminación racial” en Guatemala, no radican en la
discriminación en sí, sino en las ideas que los grupos, que dicen ser segregados, han puesto en la mentalidad de las personas que tienen voz en el debate nacional. Hay muchos indígenas que no han sido discriminados por ser indígenas, pero que como todo ser humano han sido discriminados, sin embargo, hacen uso de su etnia para no ser escogidos o para no dejar de serlo. Es una constante manipulación de ideas, no de hechos ni de masas, sino de ideas que pocos, que trabajan con letras, palabras y voz, han puesto en la sociedad.
Es un grave problema que a un ser humano se le trate injustamente por lo que representa –etnia, género, edad, etc.– , más aún por quién es –individualmente. Pero, contrariamente a las ideas que los grupos “minoría” suscriben, es una necesidad del ser humano, el discriminar a otras personas.
Por ejemplo: una mujer indígena al casarse con un hombre, discrimina al resto de hombres del mundo, por uno sólo. Los gustos y preferencias de esa mujer, hacen que ese hombre, en especial, sea el único que llene los requisitos y nadie más. Tal vez a esa mujer no le gusten los hombres blancos, ni los bajos, ni los delgados, ni los que trabajan como meseros, ni los policías, ni los ateos, ni los judíos, ni los budistas, ni los calvos; pero todo ese conjunto de hombres que llenan al menos una de las características previas, obviamente no van a demandar a esa mujer por discriminación racial, laboral, física, religiosa, etc. El ser humano naturalmente discrimina.
Sería otro el caso si la misma mujer del caso anterior vea a un policía blanco, calvo, delgado, con una estrella de David en el cuello, que la esté pretendiendo y lo comience a agredir únicamente porque es mucho de lo que a esa mujer no le gusta.
No se debe confundir los términos discriminación e injusticia. Empero, en Guatemala las corrientes de pensamiento llevan a la sociedad cada vez a un socialismo y a una amenaza latente de comunismo, puesto que no hemos aprendido a valorar a las personas como son, sino como lo que representan y formamos prejuicios a base de lo que sus antepasados han hecho y lo que los nuestros han dicho.
Finalmente, las ideas que, nosotros, los comunicadores, periodistas e intelectuales, lanzamos en la sociedad deben estar llenas de positivismo, valores, justicia, verdad y amor. Nuestra responsabilidad es muy grande, ya que con una idea errónea llevada a cabo podemos destruir a millones de personas y una civilización completa. Luchemos por la verdadera justicia y aprendamos a incluir ideas en el debate que enriquezcan a la sociedad en general, no sólo a los sectores que buscan destruir a los otros.
Todos los hechos, positivos y negativos, ven su luz en las ideas previas que se dispersan por las personas con voz en el debate que se genera en una sociedad.
Es responsabilidad de los intelectuales saber aportar las ideas que generen un cambio positivo y lleven al desarrollo constante de la sociedad en donde laboran.
Se habrá de analizar el problema de la “discriminación racial” en Guatemala y las posibles consecuencias de la amenaza que esta constituye.
¿CÓMO ES QUE LAS IDEAS HAN CAMBIADO LA FAZ DEL MUNDO?
Por Mercedes Azurdia
Muchas personas piensan que uno de los eventos más horrendos del Siglo XX, fue El Holocausto judío y que Hitler, en sí, fue el diablo encarnado. Sin duda, a lo largo del Siglo XX, el Holocausto judío fue uno de los peores ataques contra la dignidad humana, no obstante, Hitler no es el diablo, sino sus ideas fueron las que llevaron a esta civilización a la muerte, masacre, segregación, guerra y ruina. La aceptación de esta idea por parte de la mayoría de personas, que luego sufrieron las consecuencias del nacionalsocialismo, fue el detonador para que ocurriera la peor masacre en el mundo.
Sin ir muy lejos, los problemas actuales de “discriminación racial” en Guatemala, no radican en la
discriminación en sí, sino en las ideas que los grupos, que dicen ser segregados, han puesto en la mentalidad de las personas que tienen voz en el debate nacional. Hay muchos indígenas que no han sido discriminados por ser indígenas, pero que como todo ser humano han sido discriminados, sin embargo, hacen uso de su etnia para no ser escogidos o para no dejar de serlo. Es una constante manipulación de ideas, no de hechos ni de masas, sino de ideas que pocos, que trabajan con letras, palabras y voz, han puesto en la sociedad.
Es un grave problema que a un ser humano se le trate injustamente por lo que representa –etnia, género, edad, etc.– , más aún por quién es –individualmente. Pero, contrariamente a las ideas que los grupos “minoría” suscriben, es una necesidad del ser humano, el discriminar a otras personas.
Por ejemplo: una mujer indígena al casarse con un hombre, discrimina al resto de hombres del mundo, por uno sólo. Los gustos y preferencias de esa mujer, hacen que ese hombre, en especial, sea el único que llene los requisitos y nadie más. Tal vez a esa mujer no le gusten los hombres blancos, ni los bajos, ni los delgados, ni los que trabajan como meseros, ni los policías, ni los ateos, ni los judíos, ni los budistas, ni los calvos; pero todo ese conjunto de hombres que llenan al menos una de las características previas, obviamente no van a demandar a esa mujer por discriminación racial, laboral, física, religiosa, etc. El ser humano naturalmente discrimina.
Sería otro el caso si la misma mujer del caso anterior vea a un policía blanco, calvo, delgado, con una estrella de David en el cuello, que la esté pretendiendo y lo comience a agredir únicamente porque es mucho de lo que a esa mujer no le gusta.
No se debe confundir los términos discriminación e injusticia. Empero, en Guatemala las corrientes de pensamiento llevan a la sociedad cada vez a un socialismo y a una amenaza latente de comunismo, puesto que no hemos aprendido a valorar a las personas como son, sino como lo que representan y formamos prejuicios a base de lo que sus antepasados han hecho y lo que los nuestros han dicho.
Finalmente, las ideas que, nosotros, los comunicadores, periodistas e intelectuales, lanzamos en la sociedad deben estar llenas de positivismo, valores, justicia, verdad y amor. Nuestra responsabilidad es muy grande, ya que con una idea errónea llevada a cabo podemos destruir a millones de personas y una civilización completa. Luchemos por la verdadera justicia y aprendamos a incluir ideas en el debate que enriquezcan a la sociedad en general, no sólo a los sectores que buscan destruir a los otros.
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